Solón (638 a.C. – 558 a.C.) fue un poeta, reformador y legislador ateniense, uno de los siete sabios de Grecia. Gobernó en una época de graves conflictos sociales producto de una extrema concentración de la riqueza y poder político en manos de los eupátridas, nobles terratenientes de la región del Ática.

Fue nombrado arconte con plenos poderes en 594 a.C y junto al Consejo y la Asamblea gobiernan Atenas tras la desaparición de la realeza. A pesar de ser un aristócrata se implicó en una gran cantidad de reformas dirigidas a aliviar la situación del campesinado asediado por la pobreza, las deudas (que en ocasiones conducían a la esclavitud) y un régimen señorial que lo ataba a las tierras de su señor o lo conducía a la miseria. En este campo tomó dos medidas muy importantes:

  • Prohibió los préstamos realizados con la garantía de la libertad del deudor y su familia. La nueva ley amparaba exclusivamente en lo sucesivo la retribución mediante bienes.
  • Anuló las deudas contraídas por los campesinos según las leyes anteriores (seisachteia o «supresión de cargas»). Se condonaban las deudas pendientes y las tierras embargadas por este tipo de deudas fueron recuperadas por los campesinos. Esta medida, que en principio beneficiaba a los campesinos, también fue provechosa para un grupo reducido de aristócratas… las amigos de Solón. Ya sea por exceso de confianza o por otros motivos más terrenales y perversos, el caso es que Solón comentó a sus íntimos de mayor confianza que no iba a hacer un nuevo reparto de tierras pero que iba a suprimir las deudas contraídas sobre la garantía de las tierras.

Sus amigos pidieron dinero prestado y compraron grandes lotes de terrenos que quedaron libres de cargas tras la seisachteia.

Fuente: De banquetes y batallas – Javier Murcia Ortuño