El Corte Inglés, antes de la guerra civil, era un pequeño comercio dedicado a la sastrerí­a y a la confección de ropa de niños. Tras el conflicto armado, se trasladó a la calle Preciados, nº 3 esquina con la calle Tetuán, donde se encontraban los almacenes El Águila, comenzando su actividad en esta nueva etapa con siete empleados al mando de Ramón Areces. En el año 1941 es cuando el Corte Inglés comenzó a sentar las bases del que actualmente es el primer grupo de distribución español, en otras palabras «su primer gran pelotazo«.

Los masivos reclutamientos de tropas alemanas durante la Segunda Guerra Mundial dejaron tocada su economía por falta de mano de obra. Así­ que, el 8 de febrero de 1941 el gobierno español firmó un acuerdo con el gobierno alemán para suministrar mano de obra. Era una oportunidad para los muchos parados y gente sin apenas recursos que deambulaban por las calles españolas viviendo del trapicheo y de las miserias de otros. En un principio, el acuerdo disponí­a el envío de 100.000 trabajadores (productores para los alemanes) pero sólo fueron unos 4.000. Los requisitos para poder emigrar (el primer «Vente a Alemania, Pepe«) eran estar sanos y estar libres de las obligaciones durante dos años (duración del contrato). Cada viajero debí­a llevar una maleta con:

cuatro pares de calcetines, un par de calzoncillos y camisetas, tres camisas, dos pares de pañuelos, dos toallas, un traje, un pantalón, un jersey de lana, un abrigo, un par de botas, una bufando, un gorro y los útiles de afeitar. Las tortillas de patata eran voluntarias.

El Corte Inglés pegó un pelotazo ofreciendo «el paquete del emigrante»,  en el que se incluí­a el ajuar obligatorio completo.

Fuente: Los años del miedoJuan Eslava Galán