Sirva como advertencia que este post está escrito desde la indignación y la rabia.

Si algo tienen de malo las «religiones» es el fundamentalismo, llevado a su extremo en las Guerras Santas (Yihad para los musulmanes y Cruzada para los cristianos). Las luchas religiosas se utilizaron, por unos y otros, con fines expansionistas. Incluso se dieron entre correligionarios (Cruzada contra los cátaros y Yihad de almoravides y almohades contra andalusí­es). Eran otros «tiempos» y habrí­a que ponerse en su pellejo para comprenderlo. Pero algo que realmente puede conmigo es el uso que desde algunas facciones, fundamentalistas, se hace de los niños para su «causa». Y digo ésto, después de leer esta noticia en el mundo:

«una niña de 13 años evitó en el último minuto un baño de sangre en Irak al presentarse ante la policí­a para que le quitaran un chaleco con explosivos preparado para cometer un atentado suicida»

Poco, o nada, puedo decir de la invasión de Irak, pero tengo que denunciar que se use a los niños como bombas humanas. Las zonas pobres son el caldo de cultivo donde los extremistas «reclutan» a estos desdichados, poco tienen que perder en este mundo terrenal ante la promesa del paraí­so. Pero para colmo, no son ellos los que se inmolan, sino sus hijos. El odio permite enviar al sacrificio a un hijo.Recuerdo hace un tiempo a un palestino, cuyo hijo se habí­a inmolado, que ofrecí­a al resto de sus hijos para la causa palestina,

por qué no te inmolas tú, y das a tus hijos una oportunidad.

Ahora un miserable ha envuelto a una niña en explosivos y la enviado al sacrificio por una causa que no creo que entienda. Gracias a Dios (o Alá o Yavé) la niña ha salvado la vida.

Sólo pedirí­a a los musulmanes que viven en Occidente, al resto poco puedo decirles, que en los paí­ses que viven hay libertad en profesar cualquier religión, se permite la construcción de mezquitas (incluso se subvencionan), se imparten clases del Islam y pueden expresarse libremente. Cuando intenten ser captados por los «reclutadores», que sepan que tienen una oportunidad, por lo menos, en Occidente.

Sé que este post no servirá para nada, es más, no creo ni que sea leí­do, pero necesitaba gritarlo a los cuatro vientos.